Nuestro modelo busca adaptarse a las necesidades de cada entorno  donde nos inviten a intervenir y es por eso que  hemos ideado diferentes modalidades que se adaptan a las inquietudes de cada lugar.

Lo que buscamos siempre es  que, desde cualquiera de sus formas, nuestro entrenamiento  entregue por una parte, herramientas de autorregulación emocional que les permitan a las personas entrenar sus propias habilidades y lograr identificar su estado de  flow en el trabajo y en la vida diaria.

Y, por otra parte, entregar una serie de ejercicios  prácticos (elaborados de acuerdo a las necesidades de cada grupo, evaluadas en reunión previa) para que los participantes puedan también replicarlos y practicarlos en la posteridad.

Lograr identificar el estado de *flow  de cada una de las personas y guiarlas para la integración de este mismo

en los distintos roles que  vivimos a diario.

Trabajar la autorregulación emocional.

Motivar hacia el empoderamiento de cada uno de los participantes en su vida y en sus decisiones diarias.

Identificar la amabilidad, asertividad, empatía y conexión emocional de cada uno de las participantes .